Preguntas

Estas son algunas de las preguntas más frecuentes que me habéis ido planteando. Si tenéis preguntas que no haya publicado aquí, no dudéis en escribirme. Solo tenéis rellenar el formulario en el apartado de contacto. No olvidéis escribir vuestra dirección de email si queréis que os responda personalmente.

Sobre el libro


  • ¿Cuándo vas a publicar de nuevo el primer libro?
    • La reedición de El mundo de las cuatro lunas del 2018 se encuentra retirada de todas las plataformas de venta en el momento actual. Para más información, puedes contactar conmigo por correo o por Twitter.
  • ¿Cuándo saldrá a la venta el segundo?
    • La segunda parte está en proceso de revisión. Iré comentando nuevos avances a través de redes sociales.
  • ¿Puedo enviarte una carta por correo postal? 
    • No. Actualmente no recibo correo postal (vivo en varios sitios y es un lío). Si queréis mandarme un mensaje o fanfics, podéis hacerlo por email (b.pastor.romero@gmail.com) o por redes sociales y os contestaré encantada.
  • ¿Vendrás a visitar mi ciudad?
    • Con la pandemia, la situación se ha complicado bastante. Aun así, si deseáis que dé alguna charla en vuestro colegio o instituto o que se organice algún club de lectura, podéis contactar conmigo (email o redes) y estaré encantada de organizar una visita, de poder ser, o una videollamada.
  • ¿Cuántos años te ha llevado escribir el libro?
    • Catorce, pero tiene truco. Inventé la historia a los ocho años, empecé a escribirla a los once y terminé la primera versión de la saga poco antes de cumplir los quince. Luego, la dejé aparcada y hasta los dieciocho, casi diecinueve, no decidí escribir la versión definitiva. De modo que el libro que tenéis en vuestra estantería tiene en realidad cerca de cinco primaveras.

Sobre mí


  • ¿Cuál es tu género favorito?
    • La fantasía. No se nota, ¿verdad? Siempre me ha vuelto loca, aunque en realidad disfruto de muchas clases de lectura. Hay que cultivarse en todos los géneros.
  • ¿Has escrito otras novelas?
    • He escrito otras novelas (cuatro hasta donde puedo recordar), y nunca verán la luz. Con el tiempo ciertos planteamientos maduran e ideas que parecían buenas dejan serlo.
  • ¿Qué tienes pensado hacer después?
    • Primero, acabar la saga (ya son muchos años con ella). Después, tendré que elegir cuál de todos los proyectos que tengo pendientes quiero empezar. Hay unos cuantos, en su mayor parte dentro del amplio género de la fantasía.
  • ¿Recuerdas el primer libro que leíste?
    • No, qué va. Ojalá. Debió de ser alguno infantil con letra grande, historia simple y muchos dibujos. Pero recuerdo a mi madre leyéndome a Gloria Fuertes antes de aprender a leer yo, y a Machado, Lorca, Espronceda, Miguel Hernández… El amor por las letras se lo debo a ella.
  • ¿Cuál es tu libro favorito?
    • Hace un tiempo habría dicho El nombre del viento y El temor de un hombre sabio, de Patrick Rothfuss, aunque han envejecido mal para mí y ahora mismo, con todo lo que he leído, soy incapaz de elegir un favorito.
  • ¿Algún libro ha marcado tu vida?
    • Respondo con otra pregunta: ¿algún libro no lo ha hecho? Nunca me leo un libro que no me llame,  por eso todos, de un modo u otro, acaban dejando huella. Ahora bien, es cierto que algunos libros me han marcado más que otros. ¿Cuáles? Harry Potter. Sí, se ha vuelto muy famoso y puede sonar a cliché, pero yo lo conocí cotilleando mi estantería de libros del salón a los seis años cuando nadie hablaba todavía de él (y pronunciaba Dumbledore tal como suena en castellano). Mi madre lo había comprado pensando que nos gustaría a mi hermana y a mí y fue todo un acierto. ¿Cuáles más? Memorias de Idhún (y Crónicas de la Torre, Fenris el Elfo… resumo: Laura Gallego), La historia interminable, El principito (son de esos libros que se deben leer cada cierto tiempo, cada cierta vida), El anillo del príncipe… e infinidad de libros más. Y a la lista añado también Divergente. Sí, es una distopía, ciencia ficción juvenil bastante suave; sí, a mucha gente no le gusta (principalmente por las películas); sí, a mí me encanta. Tal vez porque me enseñó a ser fuerte en un momento muy crudo de mi vida y siempre se lo agradeceré a Veronica Roth (la autora).
  • ¿Cuál es tu película favorita?
    • Oh, madre mía, esta sí que es difícil. Creo que la cantidad de películas que he visto a lo largo de mi vida supera a la cantidad de libros que he leído. No estoy segura, pero casi. Y el problema cuando ves tanto es que eres incapaz de escoger una sola cosa. Digamos que, por su influencia en mi vida, la primera sería La Bella y la Bestia (ese prólogo marcaría mi inicio como cuentacuentos). ¿De Disney? Infinidad, casi todas (El Rey León, Tarzán, Mulán…). Seguimos con los dibujos animados, ¿cuáles más? El Guardián de las Palabras (película que ayudaría a remarcar mi amor por los libros, simplemente genial), El viaje de Chihiro (una obra maestra que descubrí cuando empecé a aprender japonés)… En realidad, me gustan casi todas de los estudios Ghibli. Una nueva que me encanta y que aún no han traducido: Kimi no na wa (que supongo que se llamará algo así como Tu nombre Di mi nombre). Es preciosa. ¡Piratas del Caribe! También de la factoría Disney (oh, Disney, me arruinas). E infinidad más. Seguro que cuando termine de contestar a esta pregunta se me ocurren otras veinte. Sí, me cuesta mucho elegir.
  • ¿Estudiar medicina te ha ayudado a escribir alguna vez?
    • Sí, sin duda. Cada vez más. Conocer el cuerpo humano, cómo puede dañarse y qué lo puede curar me ha enriquecido mucho de cara a desarrollar las historias. Si con lo que sé no basta y dudo en alguna escena, siempre tengo mis libros para repasar o compañeros a los que acudir y preguntarles. Me permite jugar mucho con el realismo de las escenas, sobre todo las de acción. Otro punto en el que la carrera me ayuda mucho es la psicología de los personajes. Jamás se me ocurriría contar la historia de un paciente, ni en broma, vamos. Es una cuestión ética y legal. Pero el campo de la salud es muy humano, tratas con muchísimas personas, conoces sus problemas y qué circunstancias los desencadenan. Eso te permite tener una visión muy amplia del mundo y entender a las personas, empatizar con ellas. Una vez lo has comprendido en el mundo real, eres capaz de llevarlo a la ficción. Como nos suelen decir a los escritores: escribe sobre lo que conoces. La Medicina nos hace conocer mucho (y darnos cuenta de que ignoramos más).

Para los que ya se han leído el libro


  • ¿Cuántos continentes hay en Erhum?
    • Seis, aunque descritos por los habitantes de Kishell solo cuatro, que es lo que Ezhar le muestra a Rosa en la Madriguera. El más cercano es el continente de Yimeia, hacia el sur.
  • ¿Queda vida en el resto de Erhum?
    • Sí, pero muy poca. La mayor parte pereció durante la maldición de la noche eterna. En Kishell, a pesar de la guerra, pueden considerarse afortunados.
  • ¿Por qué los magos todavía podían hacer magia si estaba el portador destruido?
    • Porque canalizaban la energía almacenada por el bosque, no la de la Fuente de Elkain.
  • ¿Tienes algún personaje favorito?
    • No, todos son parte de mi historia y me importan por igual. Aunque como escritora debo admitir que hay algunos más redondos que otros.
    • Y, bueno, está Kumae. No es que sea mi favorita, sino que su creación fue especial. De pequeña jamás tuve un personaje al que admirar, de modo que “me fabriqué” uno. Mezclé todas las características de alguien a quien admiraría y el resultado fue Kumae. Sin embargo, ha cobrado una fuerza que jamás habría imaginado. Ahora no es que la admire, no creo que ella permitiera que nadie la admirara, porque eso no es lo que busca, pero la respeto mucho, quizá a la que más.
  • ¿Cómo es que tienen pistolas pero usan más las espadas?
    • Vale, esta pregunta es comprensible dada la escasa información que doy al respecto en el primer libro. Algo que explico a lo largo de la saga (y bastante importante) es que el uso del fuego está prohibido en Daerbir. Emplean otros tipo de energía. ¿Significa eso que no tienen fuego? No, lo tienen. En las zonas con fábricas está permitido. Los magos aprovechan este detalle y reflejan parte de la energía. Por eso podemos poner un caldero a calentar con un fuego azul o directamente sin él (aunque lo haya… a cierta distancia), una lámpara puede lucir (pero aquí hay diferentes técnicas y no me voy a meter) o pueden provocar una explosión con suficiente potencia para disparar un proyectil. La última es muy costosa. ¿Imagináis reflejar semejante cantidad de energía? Es muy, muy difícil de reproducir. Además, hay que hacer recambios del canalizador cada dos por tres porque se rompe con el retroceso del arma. Un fastidio. Los radicales las usan para dar cierto mensaje de superioridad y de que tienen a los magos a su servicio, pero en realidad los veréis emplearlas en momentos muy puntuales.